Se ha ido acercando lentamente, otro año más. Primero fueron los Cultos, después la ofrenda floral. Las fiestas patronales inauguradas hace un par de días y de nuevo su Festividad.
Septiembre ha llamado a las puertas de un año sumamente difícil para multitud de familias de nuestro pueblo. Pero las tradiciones no se pierden, ni en pleno siglo XXI.
Es cuando, en momentos como en los que estamos inmersos en la actualidad, cuando la fe no se tambalea y crece fuerte, desde niños, hasta abuelos, cuando las historias de antaño recuerdan como era la Virgen y como es ahora. Pero todos coinciden en lo mismo, ayer y hoy, todos hablan de la Virgen de Regla, aquella que desde allá por los campos, cuando entonces no existían avenidas, ni viviendas, se encargaba de mantener viva la llama incandescente del amor de cuantos la imploraban a su Imagen pidiendo protección. Aquella que el Cardenal Segura coronara en una abarrotada explanada, ante la mirada atenta de un pueblo, que ya por entonces, clamaba en loor de multitudes.
Ha llegado de nuevo. Septiembre que entre sus naves del convento a recuperado el aroma a nardo y a plata de andas. Aquellas que siguen acercando a la Virgen en el ferviente mar de devotos, que cada año, acuden a sus plantas para pedir lo mismo que pedían las abuelas chipioneras hace tantos años: Esperanza, el alivio que todos necesitamos en estos tiempos de desasosiego.
Que la Virgen de Regla nos ayude a todos y siga bendiciendo nuestro pueblo muchos siglos más, como lo ha hecho siempre, Faro y Norma de cada uno de los que llaman a su insigne vaso de devoción.
Alberto Reyes Fernández
-FALTA 1 DÍA PARA VER A LA MORENA POR LAS CALLES CHIPIONERAS-
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