Esta mañana amanecía en el Santuario con la presencia de su Santísima Madre, Nuestra Reina y Patrona dispuesta sobre sus andas procesionales para la celebración de la Solemne Novena en su honor que se prolongará hasta las puertas de un nuevo 8 de septiembre.
Desde primeras horas de la mañana el templo franciscano era un continuo ir y venir de feligreses llenando las misas, pese a ser día laborable, y demostrando, una vez más, que Chipiona siempre se rinde a los pies de su Virgen de Regla.
Decoran el altar mayor seis cadenetas ornamentales con flores del tiempo en blancas tonalidades, y cuatro jarras exornadas con rosas color champán y orquídeas.
La Santísima Virgen luce una de sus sayas más antiguas, la del convento de Regina -que no lucía desde el año 2011 para la salida-, con florecillas bordadas en oro, y el manto de la Coronación de 1954. Porta además la toca de sobremanto bordada en oro por las hermanas de Arahal, estrenada en 2008.
Prendidas del manto las medallas de las Hermandades de la localidad y la Medalla de Oro de la Ciudad, ofrendada el pasado 2004.
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